OBJETIVOS:
- Entender los distintos tipos de conflictos, e identificar aquéllos que pueden darse en el ámbito escolar.
- Conocer los factores que determinan un clima de convivencia positivo en el marco escolar.
TIPOS DE CONFLICTOS.
Hay varias
clasificaciones de los tipos de conflictos. Estudiaremos los que tienen que ver
con las personas que intervienen en
ellos.
De acuerdo con los actores o personas implicadas, podemos clasificar los
conflictos de la siguiente forma:
v
- Conflicto intrapersonal: Sucede dentro de los individuos por ideas, pensamientos, emociones, valores, predisposiciones, impulsos, que entran en colisión los unos con los otros.
- Conflicto interpersonal: Este tipo de conflictos ocurre entre individuos (marido y mujer, jefe y subordinado, amigos, etc.)
- Conflicto intragrupal: Se da dentro de un pequeño grupo (familias, corporaciones, clases, etc.) En este grado se analiza cómo el conflicto afecta a la capacidad del grupo para resolver sus disputas y continuar persiguiendo activamente sus objetivos.
- Conflicto intergrupal: Se produce entre dos grupos (dos naciones en guerra, sindicatos y patronal, etc.) Este conflicto es muy complejo debido a la gran cantidad de gente implicada y a las interacciones entre ellos.
Los conflictos pueden darse simultáneamente
dentro y entre grupos.
CONFLICTOS TÍPICOS EN EL ÁMBITO ESCOLAR.
Es casi imposible
enumerar todos los conflictos que se dan en un centro educativo, pues son tan
diversos como variadas somos las personas y nuestras relaciones
interpersonales. La escuela es un reflejo de la sociedad y como tal, en ella
nos encontramos los mismos conflictos que existen en la sociedad, pero
concentrados entre cuatro paredes y durante largas horas seguidas.
¿Cuáles son los conflictos más habituales en un centro escolar? Esto
es difícil de responder, pues dependerá del centro educativo, del lugar donde éste
se encuentre (ciudad, periferia, barrio, pueblo…), del equipo directivo que
dirija el centro, etc.
Vamos a hacer una distinción, según las personas o
colectivos que pueden participar en un conflicto escolar:
CONFLICTOS ENTRE EL ALUMNADO.
Estos conflictos son
múltiples y variados. Se dan cada día, tanto en el aula como fuera de ella. A
veces vienen de la relación que tienen
los alumnos y alumnas fuera del ámbito escolar, ya que siguen conviviendo en
las aulas y es difícil que no les afecte.
La mayoría de los
conflictos entre el alumnado se dan principalmente por malentendidos o
prejuicios, y normalmente se suelen solucionar cuando se sientan uno frente a
otro y consiguen hablar. Esto es lo verdaderamente difícil, conseguir que se
sienten y se escuchen, lograr que empaticen, principalmente si hay un docente
delante, pues les costará más “abrirse” y sincerarse.
Conflictos más frecuentes:
- Bromas pesadas
- Insultos
- Malentendidos
- Celos
- Prejuicios (alumnado de otros países, culturas, etc.)
CONFLICTOS ALUMNADO-PROFESORADO
Aunque el
profesorado está preparado para gestionar su aula, es cierto que hay
situaciones que les sobrepasan, especialmente cuando el estrés y el agotamiento
se apoderan del docente
El conflicto más
común sucede con el alumnado que no quiere estudiar, que no quiere estar en el
aula y que tanto su familia como el sistema les obligan a estar. Se trata de un
alumnado desmotivado, sin interés, muchas veces sin un nivel académico adecuado
(por circunstancias infinitas). Las medidas que se suelen usar son punitivas, aunque
a menudo son totalmente ineficaces.
En cuanto al resto
del alumnado, es decir, aquél que asiste a clase con frecuencia y un cierto
interés, en ocasiones puede entrar en conflicto con el profesorado,
especialmente, por un comportamiento que el docente considera no adecuado en el
aula, o bien por disconformidad en cuanto a la forma de explicar, de corregir
un examen, etc.
CONFLICTOS FAMILIAS-PROFESORADO
La mayoría de los
conflictos se producen por la poca comunicación y diálogo entre familia y
profesorado. También están muy influidos por el canal de comunicación que se
esté empleando.
Existen diversos
medios por los que familias y docentes pueden relacionarse de forma más o menos
directa. Así, entre ellos, tenemos las circulares, el correo electrónico,
las notas
y las entrevistas tanto personales como grupales.
Las circulares
y el correo electrónico tienen en común
que su base es escrita aunque el soporte sea diferente (papel, Internet).
Todos los textos
escritos, ya se trate de circulares
o de mensajes de
correo electrónico, deberían exponer
claramente lo que pretenden, ya sea informar o pedir algo a
las familias, empleando un lenguaje
fácil de
entender. A veces un malentendido
puede surgir porque no se comprende o no se ha expuesto de modo claro lo que se
intenta transmitir.
Las notas pueden
ser un detonante
de conflictos en las
relaciones entre las familias y las escuelas, por desacuerdos
en el reconocimiento del trabajo del
alumno. Los desencuentros
pueden producirse tanto durante
el curso académico, como al final, cuando
se entregan los
resultados. Los malentendidos
vuelven a ser la clave en este tipo de relaciones, el no escucharse, no
empatizar, el posicionamiento de cada una de las partes, la falta de
comunicación, etc.
En cuanto a las entrevistas,
principalmente los encuentros planificados se dan porque “toca”,
puesto que se
sigue lo decretado,
o porque hay conflictos.
Los encuentros
familia- escuela cuando hay conflictos, suelen producirse
en el propio centro educativo,
por lo que a veces la familia siente que está “en territorio hostil”. Pero a
través de la entrevista,
se puede lograr que el conflicto sea constructivo:
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- Es muy importante evitar la búsqueda de culpables y la visión de la familia como “el otro bando”.
- Hay que plantearse qué pueden hacer todos los implicados para que la situación mejore.
- Considerar las ideas y creencias de los padres y madres y las de los docentes. El que sean diferentes no implica que unas sean mejores que otras.
En general,
existen pocas iniciativas
para el fomento
de una auténtica
cooperación familia-escuela,
o no son
muy sistemáticas. Los
beneficios de esta colaboración son
indiscutibles, entre los que destacamos:
§
- Motivación creciente.
- Mayor satisfacción del alumnado, padres, madres y docentes.
- Mejor aceptación de los objetivos y de la evolución.
- Un reequilibrio del papel de las familias.
- Una reducción de conflictos y de la resistencia al cambio.
- Se comparte la responsabilidad.
- Un aumento de la productividad y una disminución del fracaso escolar.
Obtener una
auténtica colaboración y
coordinación entre las
familias y los centros
educativos depende de los
siguientes ingredientes fundamentales:
- Un estatus equivalente entre familias y docentes, cada uno desde su papel pero con una responsabilidad compartida,
- establecer metas comunes,
- escuchar a las familias como usuarias de los servicios,
- un liderazgo y apoyo adecuados por parte de la escuela
- y evitar los cruces de acusaciones.
Estos elementos
contribuirían a la creación de un mejor
clima escolar en el
que se conciba que
los padres y las madres
tienen algo que decir
y que merece la pena
escucharles, y no sólo
cuando surgen conflictos, ya que
la apreciación que las familias tienen en general es que sólo
se les llama
cuando hay problemas.
PRÓXIMA ENTREGA: HABILIDADES DE COMUNICACIÓN EN EL CONFLICTO.