OBJETIVO:
·
- Conocer el papel del
conflicto en nuestra vida, sus distintas visiones y las formas más habituales
de enfrentarse al mismo.
De forma general, cuando hablamos de conflicto, lo hacemos de una forma negativa, como algo no deseable que es necesario evitar. Tan solo hace falta consultar la definición del diccionario de la Lengua Española de la RAE para ver acepciones como:
Conflicto:
Del lat. Conflictus
1.m. Combate, lucha, pelea. U.t. en sent. figurado
2.m. Enfrentamiento armado
3.m. Apuro, situación desgraciada y de dificil salida
4.m. Problema, cuestión, materia de discusión. Conflicto de competencia, de jurisdicción.
5.m. Psicol. Coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo, capaces de generar angustia y trastornos neuróticos
6.m. desuso. momento en que la batalla es más dura y violenta.
Fuente:
RAE
Sin
embargo, podemos cambiar esta visión en positiva, viendo el conflicto como algo
que forma parte de nosotros mismos y de nuestra relación con los demás, pues
hace falta que:
·
Haya enfoques distintos, y por tanto,
enriquecedores.
- Sepamos separar a las personas de la
situación conflictiva, para que la
relación se mantenga e incluso salga fortalecida.
- Aprendamos a expresar nuestras propias
necesidades, pero también que seamos conscientes de las necesidades de los
demás.
- Escuchemos las opiniones de los demás, lo que
hace que veamos que cada persona tiene “sus razones”.
- Se produzca una toma de decisiones, ya que es
mucho mejor llegar a una resolución de la situación, que no a evitarla o a
posponerla.
De esta
forma, el reto no es la presencia de conflictos, sino cómo lo enfrentamos
cuando aparecen y la respuesta por la que optamos ante los mismos.
Las
formas más habituales de enfrentamiento son cinco:
- COMPETICIÓN: Perseguir los
objetivos personales a costa de los demás, sin detenerse a pensar en los otros
- SUMISIÓN: No afrontar los problemas, se evitan
o postergan los conflictos, lo que implica que no se tiene en cuenta ni a uno
mismo ni a los demás.
- EVASIÓN: Ceder a los puntos de vista de los
otros y renunciar a los objetivos personales.
- COMPROMISO: Buscar una solución
normalmente basada en el pacto y en la renuncia parcial de los intereses de las
partes. La solución satisface de forma parcial a ambas partes.
- COOPERACIÓN: Incorporar los
intereses de ambos en busca de un objetivo común. Implica explorar el
desacuerdo, creando alternativas comunes que satisfagan a ambas partes.
Como
hemos visto, se basa en la interrelación entre la búsqueda de la satisfacción
de las necesidades propias, y de las necesidades de la otra persona.
Desde
una perspectiva transformadora, se proponen una serie de criterios para
analizar los distintos estilos de enfrentarnos a los conflictos:
§ RESOLUCIÓN. Grado de solución
del conflicto.
§ PRACTICIDAD. Grado en que la
solución del conflicto es duradera.
§ COMPONENTE ÉTICO. Grado de humanización de la solución.
Si estos criterios los aplicamos al estilo de
cooperación, podemos concluir
que éste es el estilo que resuelve de forma más duradera los conflictos, por lo
que es más práctico y además incorpora un mayor componente ético, ya que es más
humanizador y justo respecto a las distintas personas implicadas en un
conflicto.
Próxima entrega : CONFLICTOS TÍPICOS EN EL ÁMBITO ESCOLAR.